Sobre el manifiesto de la Plataforma Andalucía por la Paz contra el rearme y la guerra.

Sobre el manifiesto de la Plataforma Andalucía por la Paz contra el rearme y la guerra.

En días pasados, una veintena de organizaciones sociales, políticas y sindicales en Andalucía han suscrito un manifiesto contra el rearme y la guerra, al que se puede acceder con el enlace de arriba. Nuestra organización sindical ni ha sido invitada a suscribirlo ni lo hubiéramos suscrito en el caso contrario. Algunos camaradas no entienden el por qué no suscribimos un manifiesto en el que se reivindica la salida de la OTAN, el desmantelamiento de las bases de Rota y Morón, el fin del genocidio del pueblo palestino y del rearme europeo. Fundamentalmente por ser nuestro sindicato quien en determinadas ocasiones hemos participado o encabezado actos de protesta contra la OTAN, las bases, el rearme o el genocidio palestino.

Sirva este escrito para aclarar el posicionamiento del Sindicato Unitario de Andalucía sobre estas cuestiones a estos camaradas y a quienes les pueda interesar. Vamos a enfrentar las tesis que se afirman en el manifiesto referido (A) con las tesis que creemos debería contener dadas las circunstancias internacionales actuales de la lucha de clases (B). Y terminaremos dando nuestra opinión sobre el gran apoyo social que reúne el manifiesto de la Plataforma y el escaso o nulo apoyo social que reúnen las posiciones de principios que defendemos dese nuestra organización sindical del proletariado andaluz.

A:  No rotundo a la guerra y por la resolución diplomática de conflictos a través del diálogo sincero y el respeto inquebrantable a los acuerdos internacionales. 
B: Viva la lucha de los pueblos contra el colonialismo, el imperialismo y el capitalismo. Sólo es posible una resolución diplomática de conflictos y diálogo sincero con respeto a los acuerdos internacionales cuando el pueblo haya tomado el poder y, por lo tanto, haya desplazado del mismo a las élites capitalistas que lo ostentan.

A:  El incremento del gasto militar en Europa y España consolida la dependencia con los EEUU y aleja el papel independiente de Europa.
B: “El poder está en la punta del fusil” y una vez que los EEUU han sido despojados del papel de gendarme mundial por el partido comunista chino, las clases dominantes en Europa se ven con la necesidad de hacer público el incremento en gasto en defensa que, como en España, ya venían haciendo con el silencio cómplice de los aliados de cada gobierno y que ahora, seguro que por motivos electoraleros, ponen el grito en el cielo.
España y Europa no consolidan su dependencia con los EEUU, España y Europa son OTAN, son quienes toman las decisiones, son las que se están rearmando contra sus pueblos, su clase obrera y contra los pueblos y clase obrera del mundo. 

A: Salida del Estado español de la OTAN.
B: La lucha por la conquista de la soberanía por parte del pueblo andaluz contiene la lucha contra la Otan y el establecimiento de acuerdos militares bilaterales con las pueblos hermanos que también luchan por su soberanía frente al imperialismo, y, en especial en estos momentos, con los Estados chino y ruso.

A: Por el desmantelamiento de las bases de Rota y Morón
B: Por la soberanía andaluza sobre todas las bases militares en nuestro suelo.

A: Contra el genocidio que sufre el pueblo palestino a manos del Estado de Israel y por el cumplimiento inmediato de las resoluciones de la corte internacional de justicia de la Haya.
B: El ente sionista israelí no es más que una creación artificial de Occidente en Oriente Próximo para la defensa de los intereses de las clases dominantes europeas y norteamericana. Todos son ejecutores del genocidio palestino y Netanyahu no es más que su marioneta que dejarán caer cuando la sangre palestina ponga en cuestión los regímenes políticos del sistema capitalista, como hicieron con Hitler o Musolini.
Exigimos la desaparición del ente sionista terrorista israelí y la recuperación de todo el territorio histórico de Palestina al pueblo palestino.

A: Gastos militares para fines sociales
B: La riqueza social que producimos la clase obrera y el pueblo trabajador andaluz es suficiente para cubrir los fines sociales, los gastos en defensa y el mantenimiento de nuestras instituciones soberanas. La apropiación de esa riqueza por parte de la élite capitalista explotadora mediante las leyes y los poderes del Estado capitalista es lo que precariza y tiende a eliminar los fines sociales que, para el Estado capitalista. no son más que impedimentos para la acumulación de capital.

A: Andaluzas y andaluces, ¡unámonos en esta lucha por la paz! Salgamos a la calle para trabajar juntas por un futuro sin guerras, basado en la justicia, la solidaridad y el respeto entre los pueblos.
B: Por un pueblo trabajador andaluz unido contra las guerras capitalistas. Salgamos a la calle para construir nuestras propias instituciones de gobierno y administración, por un futuro con una verdadera igualdad social mediante la independencia económica de todos, mediante la derogación del trabajo asalariado y/o dependiente.

A: ¡Por una Andalucía de paz, contra el rearme y la guerra!
B: Por una Andalucía libre por sí, para los pueblos y la humanidad.

Las diferencias entre las proposiciones A y las proposiciones B se producen por el punto de vista y aspiraciones de las organizaciones que subscriben unas y otras. Si una determinada organización, social, política o sindical, no aspira a participar en la construcción revolucionaria de una alternativa al sistema de explotación capitalista, ya sea por no compartir el objetivo ya sea por haber acordado su imposibilidad, sólo puede reivindicar “lo posible” dentro del marco legal, es decir, entre las izquierdas y las derechas En este caso es la opción A la que cumple con el vigente marco legal

Para nosotras se nos hace imposible la lucha contra las guerras que provoca el sistema capitalista si al mismo tiempo no luchamos contra el capitalismo depredador de la Vida que provoca estas guerras. Un sistema cuyo fundamento es la acumulación de capital con el objetivo de acumular más capital. Las élites del sistema se sirven de las Instituciones nacionales e internacionales así como de los aparatos de los Estados capitalistas para ese objetivo. Las leyes en los Estados capitalistas regulan la apropiación privada de la riqueza social que crea nuestro trabajo e impiden que nuestra producción esté destinada a la conquista de la igualdad social, es decir, al derecho de todos al acceso de todos los bienes materiales y espirituales necesarios para la vida. Y los acuerdos e Instituciones internacionales de los Estados capitalistas, sociales, políticas, económicas y militares, cumplen el mismo papel: asegurar la acumulación de capital por encima de la vida misma de quienes tenemos en nuestras manos la producción de todos los bienes y servicios que se han producido, se producen y se producirán a lo largo de la Historia.

Mantener la ilusión de una justa legalidad internacional o una jurisprudencia estatal que actúe bajo el principio de la reparación de las  injusticias en los estados capitalistas, solo tiene el objetivo de alejar a los pueblos de cualquier intento revolucionario que nos haga dar un paso más en nuestra evolución como seres humanos. Y más en estos momentos en los que quienes nos gobiernan no pueden hacerlo como venían haciendo. La crisis sistémica viene acompañada de un nuevo orden mundial que va apareciendo ante nuestras narices que va a implicar, que está ya implicando cambios sustanciales en todos los órdenes. Tanto es así que a las oligarquías de Occidente ya no les basta con alimentar organizaciones fundamentalistas en los países colonizados o por colonizar sino que empiezan a alimentar también a una ultra derecha que viene a cumplir las funciones que en otro tiempo cumplieran el fascismo y el nacismo.

Hoy que la propia Oligarquía española pone en cuestión el Régimen del 78, es hora que los pueblos y sus clases obreras, que hemos venido soportando con nuestros cuerpos el peso de aquel régimen impuesto, también pongamos en cuestión las reglas de juego impuestas. Las reivindicaciones B las tenemos que reivindicar en el marco de lucha de clases, en el marco que se produce por la existencia de clases explotadoras y clases explotadas. Son propuestas para el reinicio de nuestra revolución, la que nos conduzca a una Andalucía construida conforme a los fustes que contiene nuestra constitucion, la Constitución Andaluza de 1883.

Andalucía, 21 de mayo de 2025
Secretaría Federal Colegiada


Por David Juliá 19 de julio de 2025
Fermín Salvochea, la Constitución de Antequera de 1883 y Blas Infante El espíritu de Salvochea y de la revolución cantonal La figura de Fermín Salvochea es producto de los profundos anhelos de libertad y justicia social de las masas trabajadoras y jornaleras andaluzas y su posición de rebeldía ante sus miserables condiciones de trabajo y existencia que los lleva a las luchas por la revolución social una y otra vez a lo largo de nuestra historia. El legado de Fermín Salvochea fue guiarse por los principios, la ética revolucionaria para conducirse en la vida y en las luchas como base para construir la una nueva sociedad de justicia social, como explica Pedro Vallina, amigo y camarada de militancia obrera en el libro que escribe sobre Salvochea. Llevó a la práctica esos principios, siendo el principal de los mismos la toma de posición en favor de los explotados y victimas del sistema capitalista en sus luchas por su liberación en toda su vida. Como militante de la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores) y dirigente del movimiento obrero, organizando huelgas y manifestaciones de los primeros de mayo. Así como en su desempeño como alcalde republicano de Cádiz y como presidente del Cantón de Cádiz durante la revolución cantonal, donde justificaba el levantamiento para salvar a la república y al pueblo de la tiranía. En su desempeño gobernando el cantón realiza desde el poder las principales reivindicaciones obreras y populares del momento, jornada de 8 horas, subida de salarios, supresión de impuestos a productos de primera necesidad, separación iglesia-estado, etc. La revolución cantonal surgió como respuesta de los republicanos federales denominados intransigentes, entre ellos los andaluces, a la traición del gobierno de la I República española a las promesas de construcción de una verdadera democracia que estructurara el poder, la soberanía “de abajo arriba” como medio para realizar las aspiraciones de revolución social que diera solución a las reivindicaciones obreras y populares. Los republicanos federales andaluces con su revolución cantonal nos legaron la lucha por la realización y defensa práctica de la democracia como poder del pueblo, en este caso el pueblo andaluz y con ello de Andalucía y su soberanía expresada en la proclamación de independencia de Despeñaperros. La constitución andaluza de 1883: legado de los federales andaluces intransigentes y de su revolución cantonal Con la sangrienta derrota de la revolución cantonal, muere también la I República española tras un golpe de Estado y la Restauración borbónica con la derogación de todos los derechos y libertades democráticas. Y no será hasta las elecciones a Cortes de 1881 (fraudulentas como era costumbre en la época en la que los caciques dirigían el sentido del voto popular), que se restauraron la libertad de prensa, de reunión y de asociación, cuando el Partido Republicano Federal pudo recomponerse. Tras las asambleas oportunas toman la decisión de redactar su programa político para una España republicana y federal en forma de propuesta constitucional. Y en 1883 se presentaron diecisiete propuestas de constituciones regionales tras las correspondientes asambleas federales regionales que en Andalucía se convocó en Antequera. La constitución andaluza de 1883 (CA83 en adelante) contiene y sintetiza un programa revolucionario de liberación nacional y de clase, programa revolucionario completo del que careció la revolución cantonal en 1873 cuando se llevó a cabo por los republicanos federales andaluces del sector intransigente.El estado propuesto en la CA83 construye su estructura política a partir de las asambleas comunales de los municipios como órganos o instituciones de poder político popular legislativo democrático que hacen las leyes del municipio con plenas competencias sobre todos los asuntos públicos, materias que afectan a la vida de los vecinos y vecinas del municipio. Además tienen poder de control, fiscalización, elección y revocación de todos los cargos públicos. En la andaluza hay un hecho diferencial constitucional único, el punto de partida que establece dicha constitución respecto a donde reside el poder, la soberanía. Todas las demás constituciones republicanas a las que hemos podido acceder, dicen su artículo primero que la soberanía de la región o estado emana del pueblo pero está encaminada a la formación de una nueva autoridad de ámbito superior exterior a la región, la república federal española. Mientras que la andaluza establece que la soberanía, el poder no proviene de ninguna autoridad exterior sino de los cantones que constituyen la federación andaluza, que a su vez están constituidos por municipios y estos por vecinos y vecinas en asambleas comunales. De esta manera el poder emana real y efectivamente del pueblo. Y por tanto, Andalucía, el pueblo andaluz, no admite órdenes de ninguna autoridad exterior a los cantones andaluces. Esta posición respecto a la soberanía, al poder es la concreción de la promesa traiciona por los liberales y republicanos federales y el presidente Pi y Margal de la I República española de construir la república federal “de abajo arriba”, traición que motivó precisamente el levantamiento de la revolución cantonal. Otras características también únicas de la CA83 que desarrollan la idea del poder o soberanía “de abajo arriba” es que está formada a su vez por tres constituciones, la del municipio, la del cantón (como federación de municipios compartiendo competencia comunes delegadas por éstos) y la de la región o estado (como federación de cantones igualmente con competencias delegadas por éstos). Y además la constitución de la región o estado establece la posibilidad del estado de federarse con otros que compartan los mismos principios democráticos y de soberanía expuestos. Así no hay límite a la construcción de la organización o estado verdaderamente democrático más que la voluntad de los pueblos por convivir juntos cuando comparten principios de liberación. A la vez que esta condición refleja una propuesta de relación en términos de igualdad y respeto mutuo con otros pueblos. Sin embargo, los republicanos federales españoles en el resto de sus constituciones que hemos podido conocer de las distintas regiones asumen el límite, el marco del estado español, que no es más que los restos o herencia que dejó el declive del imperio español. La constitución andaluza también da cauce a las reivindicaciones obreras y anhelos de revolución social para satisfacerlas, al establecer como objetivo del futuro estado que rija la constitución andaluza la verdadera igualdad social y preparar su consecución definitiva mediante la independencia económica de todos. Entendiendo como entendemos por igualdad social, como entendió Blas Infante, aquella en la que todos tenemos el derecho a obtener todos los bienes necesarios, espirituales y materiales, para la vida, para la existencia. Por lo que entendemos que la independencia económica de todos incluye la independencia del trabajo asalariado o de cualquier trabajo que se haga en dependencia de otros. Por tanto, además de una constitución democrática entendemos que la andaluza es una constitución que sirve para la construcción del socialismo. Además en su contenido establece la participación de la clase obrera en la planificación de la economía y la toma de decisiones políticas de todo el estado, teniendo una parte de la representación del parlamento para representantes obreros elegidos democráticamente. Blas Infante y el andalucismo revolucionario nueva vida de Salvochea y los federales andaluces El nexo entre Salvochea e Infante está en su pensamiento, su obra, sus principios y su lucha, así como en las similitudes del contexto histórico de crisis capitalista y de régimen en sus épocas respectivas. Pero también lo representa Pedro Vallina, contemporáneo, amigo personal y camarada de luchas de ambos. Vallina trabajo codo con codo con Salvochea en la organización del movimiento obrero y luego con Infante en la organización del andalucismo revolucionario. Blas Infante planteará en 1915 en el Ideal Andaluz, la necesidad de la lucha contra los obstáculos que mantienen a nuestro pueblo en una situación de postración, colonización, dominación y explotación, como medio para dar solución a lo que llamará más adelante en el complot de Tablada como los dolores de Andalucía. Los principales obstáculos a quitar los denomina Infante como la dictadura político-administrativa, como primer obstáculo contra el que luchar así como también contra la dictadura económica social. Y por dónde empezar la lucha según Infante, es en el municipio contra la dictadura político-administrativa. Las asambleas comunales municipales de la constitución de Antequera son el órgano, instrumento adecuado de liberación al que aspirar conquistar en ese proceso de lucha, para dar solución a los dolores, siendo necesario para ello despertar en los vecinos y vecinas el ansia, el deseo, la necesidad de participar y decidir sobre los asuntos públicos. Blas Infante, planteará más adelante en 1921 con la publicación de la dictadura Pedagógica, la necesidad de un poder revolucionario y cómo tiene que ser tal poder para realizar sus fines de liberación e igualdad social. Así como el proceso de lucha para conquistar un poder de tal naturaleza, desde la situación de partida con la clase dominante burguesa en el poder del estado. De las primeras cuestiones que plantea Infante en la dictadura pedagógica, ya desde su introducción es la propuesta de elaborar e implantar una constitución social incluso por la fuerza. Para ello propone la creación o constitución en cada país de lo que viene a llamar “la liga de los hombres contra la fiera (o bestia) “. Entendiendo por fiera, o bestia que también emplea más adelante, una metáfora de la inhumanidad, la crueldad, la dominación y explotación de unos pueblos y unos seres humanos sobre otros y su derivada inevitable en una sociedad de dominación de clases capitalista. Y entendiendo por hombres, los seres humanos más evolucionados precisamente en su humanidad. Prosigue Infante en la misma introducción de la obra, planteando cuales deben ser los fines y los medios de esta liga de hombres contra la fiera. Los fines, imponer una constitución social. Respecto a los medios, no excluye, el uso de la fuera, sino que más bien lo ve plenamente justificado y necesario, dadas las circunstancias sociales (prebélicas y bélicas en el contexto de crisis capitalista que deriva en guerras y periodo de entreguerras y rearme generalizado), de manera que plantea sugiere una bélica organización militar de esa liga de los hombres. Así también lo entendieron los revolucionarios cantonales tomaron: el poder e impusieron sus medidas constituidos en milicias. Una constitución social mediante cuya vigencia los derechos de todos estuvieran real y efectivamente asegurados, se reconoce la dignidad del trabajo y regula la eliminación de privilegios políticos, de poder y económicos de apropiación por unos pocos, propietarios y clases dominantes capitalistas de los excedentes de la riqueza producida socialmente. Precisamente la constitución andaluza establece como objetivo el advenimiento de la verdadera igualdad social y la independencia económica de todos, que es una manera de expresar el objetivo de la supresión de las clases sociales y con ellas la supresión de la explotación y la dominación de la oligarquía capitalista sobre el pueblo y la clase obrera. Todo ello tendría como posibilidad y consecuencia poner los recursos o excedentes sociales al servicio de todas las necesidades para la vida de la comunidad o sociedad dirigida por tal constitución y poder revolucionario. Por eso Infante, y en coherencia con la propuesta de un poder revolucionario para llevar adelante un programa revolucionario y los medios para alcanzarlo, también en la misma obra de la dictadura pedagógica se declara “amigo y soldado fervoroso seremos siempre de todas las revoluciones o de todos los poderes revolucionarios enemigos de la dictadura plutocrática o burguesa”. Salvochea fue principal dirigente de la revolución cantonal andaluza precisamente contra la I republica régimen político de dominación burguesa que negó la democracia y las demandas obreras. Infante dirá en 1931 en su obra “El complot de tablada…” no hemos construido el nuevo edificio (metáfora del nuevo estado) mientras los hombres del gobierno provisional de la república siguen soportando bajo el arrimo de sus hombros el peso del caduco e inhabitable edificio del viejo estado, con cuyo derrumbamiento inevitable la catástrofe sobrevendrá. Como efectivamente ocurrió con el golpe de estado fascista de 1936 y la posterior guerra civil convertida por los fascistas en guerra de exterminio ideológico. Salvochea y la revolución cantonal representaron una propuesta en la práctica de la construcción de un nuevo edificio, de un nuevo estado democrático y de igualdad social. Completa Infante el razonamiento con la conclusión y comprobación de la incapacidad de rectificación de la clase dominante y su estado en el poder, que denomina la dictadura plutocrático (gobierno de los ricos) burguesa. Incapacidad de rectificación dice que además los condena al perecimiento. Igualmente Salvochea defendió la revolución social y declaraba, según escribe su amigo Vallina, que no esperaba nada de los parlamentos, ni si quiera de uno republicano, como había quedado demostrado en toda Europa y España donde habían surgido revoluciones democrático burguesas en alianza con los obreros que luego los políticos republicanos una vez llegados al poder por la revolución habían traicionado las aspiraciones democráticas y sociales que inspiraron las mismas. Conclusiones A partir del hecho y resultado de la revolución cantonal y del pensamiento y obra de Infante es que solo un poder revolucionario puede sostener y desarrollar un programa revolucionario, un proceso de cambio social radical en todos los órdenes. La base inicial, el primer paso para la consecución de la igualdad social es la construcción de un estado democrático revolucionario a través de órganos de poder del pueblo: asamblea municipal, comuna, soviet, etc Salvochea e Infante, el republicanismo intransigente andaluz y el andalucismo revolucionario forman parte de la misma corriente de pensamiento, del mismo espíritu, la construcción de un poder popular democrático liberador en proceso desde la base los seres humanos constituidos en colectivo en su primer lugar de vida, el municipio, pero en un proceso abierto y sin más límites que la Humanidad. Todo este pensamiento y obra no está ni ha sido puesto en valor por revolucionarios, liberadores, anticapitalistas, comunistas... andaluces. Tanto de Salvochea en el ejercicio del poder revolucionario o como presidente del cantón de Cádiz como de Infante proponiendo una revolución socialista-comunista, la toma del poder, etc. que venimos exponiendo. Siempre perseguido, ocultado, negado, tergiversado, amputado, manipulado, usado... no ya por los poderes dominantes del estado capitalista español y todas sus fuerzas políticas sino, salvo honorables excepciones, incluso por quienes oficial, formal o institucionalmente figuran o se presentan como depositarios de su legado o desde el andalucismo que aspira a gobernar al pueblo andaluz Tenemos en nuestra historia de luchas por la liberación del pueblo andaluz un pensamiento y una alternativa liberadores de los más avanzados de la humanidad que cristalizó en la constitución andaluza de 1883 y en el pensamiento y obra de Blas Infante y el andalucismo revolucionario. Un legado valiosísimo para el pueblo trabajador andaluz del que partir, cuidar, difundir, aplicar en la práctica y desarrollar para orientar y guiar las luchas revolucionarias de liberación nacional y de clase en la Andalucía del siglo XXI. Conforme la crisis y contradicciones del capitalismo se profundizan en la actualidad, es más necesario poner de manifiesto que no estamos huérfanos de alternativas liberadoras creadas por nuestro pueblo. Partiendo de ellas podremos avanzar en la construcción de un movimiento político que ponga en primera línea la propuesta y lucha por un mundo alternativo en que veamos reflejadas nuestras aspiraciones y necesidades de la clase obrera andaluza de igualdad social, libertad y felicidad.
Por sfc 18 de julio de 2025
POR LA ABSOLUCIÓN DE LOS DETENIDOS DEL METAL EN CÁDIZ LIBERTAD PARA LAS SEIS PRESAS DE LA SUIZA POR LA READMISIÓN DE LOS DESPEDIDOS DE DUPLACH No parar la lucha hasta la completa absolución es lo que se proponen los compañeros y compañeras de la Coordinadora de Trabajadores del Metal, de la Confederación General del Trabajo y de la Confluencia Sindical de la Bahía de Cádiz. La represión contra la clase obrera es la moneda de cambio cuando ejercemos los derechos básicos de organización, manifestación, huelga, información... reconocidos y amparados por la aún vigente Constitución de la monarquía española de 1978. En primer lugar dentro de los propios centros de trabajo donde pretender convocar elecciones sindicales o simplemente hablar con la empresa para corregir determinados incumplimientos legales por parte de la empresa pueden ser, y lo son, motivos suficientes para el despido, como por ejemplo ha hecho la empresa cordobesa Duplach que ha puesto en la calle a los cinco afiliados al Sindicato Unitario de Córdoba al pretender promover elecciones sindicales. Las leyes del Estado de Derecho de los países capitalistas están hechas para permitir a los empresarios defraudar en las relaciones laborales y para impedir el resarcimiento a las trabajadoras y trabajadores por los daños causados por los incumplimientos de los empresarios. Pero cuando ni los empresarios ni la injusta normativa laboral que surge de los parlamentos pueden con nuestra lucha pacífica, entonces intervienen los poderes del Estado con especial ensañamiento. Primero, y a las ordenes del representante del gobierno del Estado, los subdelegados del Gobierno en las provincias, usando la violencia policial. Luego, con la intervención del Poder Judicial, siempre sumiso al capital como ha ocurrido nuevamente en Cádiz contra los trabajadores más conscientes y mejor organizados del metal. De todos es conocido el buen trato de los cuerpos policiales y los jueces con los delincuentes de cuello blanco. Delincuentes ricos y cargos públicos a sus servicios. Al igual de que el buen trato que reciben los delincuentes de cuello sucio, es decir, de los delincuentes que siendo pobres se convierten en perros rabiosos y sumisos de los ricos que los entrenan y financian, como nos recuerda las imágenes de Torre Pacheco. Éstos son las fieras de la ultra-derecha. Y no sólo. Los empresarios, los gobiernos y los jueces cuentan también con los interlocutores válidos de los trabajadores. Son aquellas organizaciones sindicales protegidas por las leyes para actuar en nombre de todos sin contar con nadie. Muchas veces engrandecidas en elecciones sindicales fraudulentas en las pequeñas y medianas empresas y bien financiadas vía subvenciones y de otros medios más turbios. Estos encabezan nuestras luchas para, una vez consiguen la fuerza de la movilización, malvender nuestros derechos por menos de 30 monedas. Estas son las fieras socialdemócratas. Así se protege legalmente el capital, porque el principio jurídico fundamental que guía la acción judicial en el derecho burgués es la defensa del interés general y no el de reponer el daño causado a las víctimas que sufren una injusticia. Gracias a estos luchadores y luchadoras del metal en Cádiz que nos hace recordar a toda la clase obrera andaluza que la dignidad obrera no se vende . Que la llama que prendieron y portaron otros en otros momentos de lucha obrera, como Fermín Salvochea o Blas Infante entre otros cientos, continúa con vuestra lucha actual contra la violencia policial ordenada por el gobierno de turno, contra las leyes injustas y contra los traidores de la clase obrera, alumbrando el camino para la liberación completa de las cadenas de la explotación capitalista. Y al igual que la lucha obrera viene de lejos, sabemos que tenemos que continuarla hasta la derrota definitiva del sistema capitalista. Para lo que tenemos que seguir rearmando nuestras conciencias y nuestras organizaciones, estableciendo estrechas relaciones de colaboración y cooperación entre todas las fuerzas anti capitalistas de Andalucía. Secretaría Federal Colegiada A continuación transcribimos la intervención de la camarada Mirian, secretaria de representación del Sindicato Unitario de Córdoba, en el acto de solidaridad con las seis presas de la Suiza: (Video https://www.youtube.com/watch?v=CFD2BKjvpWk ) Compañeras, compañeros, desde el Sindicato Unitario de Córdoba hemos venido hoy a defender a quienes han sido encarceladas por organizarse, por luchar y por no agachar la cabeza ante un patrón. Las 6 de la Suiza están hoy en prisión no por delinquir, sino por hacer sindicalismo. Por defender a una trabajadora embarazada, por repartir panfletos, por protestar frente a un negocio que no pagaba ni respetaba derechos básicos. Y eso, según la justicia burguesa, se castiga con tres años y medio de cárcel. ¿Qué está pasando? ¿Qué mensaje quieren mandar? Que quien levanta la voz, se la juega. Que la cárcel está reservada para la clase trabajadora que se organiza y planta cara al capital. Nosotras lo tenemos claro, esto no es un caso aislado, esto forma parte de una ofensiva de las oligarquías contra el sindicalismo combativo y de clase. Es el mismo patrón que hemos visto en la huelga del Metal de Cádiz, con 30 detenidos y fianzas de hasta 40.000€, y que conocemos bien aquí en Córdoba. Lo vivimos con nuestros propios compañeros en la empresa Duplach, cinco trabajadores que denunciaron condiciones inhumanas y que lo único que recibieron fue acoso, despidos y represalias, 8 conciliaciones por lo penal al Sindicato Unitario de Córdoba, a nuestro anterior Secretario de Representación, a los trabajadores despedidos y a organizaciones que han mostrado su apoyo, como Nación Andaluza Córdoba. ¿Qué tienen en común estos casos? Que no hay represión contra quien calla, solo hay represión contra quien lucha. No criminalizan a quien acepta, sino a quien se organiza. Y es ahí donde nos encontramos todas: las 6 de la Suiza, los trabajadores del Metal de Cádiz, los 5 de Duplach, los trabajadores que se juegan la vida mientras otros se llenan los bolsillos. Nosotras no creemos en la justicia burguesa. No creemos en un Estado español que mira hacia otro lado cuando se acosa a una embarazada, pero se apresura a encarcelar a quienes protestan. No creemos en un sistema capitalista que legaliza la explotación y criminaliza la solidaridad. Desde el Sindicato Unitario de Córdoba lo decimos alto y claro: si defender a un compañero es delito, entonces somos culpables todas. Si hacer sindicalismo es delito, entonces que nos juzguen a todas. Porque esto no va solo de seis compañeras, esto va de todas las luchas pasadas, presentes y que están por venir. Esto va de si vamos a dejar que el miedo nos paralice y nos desorganicemos, o si vamos a responder como lo que somos: una clase, con memoria, con dignidad y con determinación. Hoy estamos aquí no solo para exigir, sino para declarar: -Que no vamos a retroceder un milímetro en la lucha de clases. -Que vamos a seguir organizándonos desde abajo, en los tajos, en los almacenes, en los polígonos, en los barrios. -Que si encarcelan a nuestras compañeras, estaremos fuera exigiendo su libertad una, diez y cien veces. -Y que la solidaridad obrera y el apoyo mutuo no es un lema, es nuestra práctica política, es nuestra forma de vivir y resistir. Compañeras, compañeros, la represión no nos va a parar. Porque la dignidad no cabe en una celda, porque unidas somos más fuertes que su miedo. Por eso lo gritamos alto, aquí en Córdoba y en todas partes: ¡Libertad para las 6 de La Suiza! ¡Basta de represión sindical! ¡Por la absolución de los trabajadores del metal de Cádiz! ¡Por la readmisión de los despedidos de Duplach en Córdoba! ¡Que viva la lucha de la clase obrera! ¡Viva Andalucía Libre!
Por Alí Manzano 14 de julio de 2025
FERMíN SALVOCHEA Y EL CANTONALISMO ANDALUZ La historia de Andalucía está oculta por muchos intereses históricos y políticos. En unos casos, ha sido manipulada, en otros, hacen pasar mitos por historia; en la mayoría de casos, ocultada, silenciada, prostituida, asimilada a una historia de “España” atemporal basada en mitos y leyendas para justificar la existencia de una nación. Este es el caso del Cantonalismo andaluz, un movimiento político que intentaba organizar a Andalucía en Cantones independientes y soberanos que de forma voluntaria se unirían en una Federación. Y esa Federación se podría confederar con otros territorios que tuvieran ideas similares de organización social y política. El objetivo del movimiento cantonal andaluz no era constituir una confederación dentro del Estado español con el resto de territorios. Según se desprende de todos los documentos existentes, la soberanía recaía en los cantones y en el pueblo andaluz, y en función de esto, se podría confederar con otros territorios del Estado o con otros pueblos o territorios: Portugal, Rif… en función de los intereses cantonales. Al contrario de lo que nos cuentan, el movimiento cantonal andaluz no pretendía construir “otra España”, ni cambiar las relaciones territoriales de la República española. Como siempre, la respuesta española a las reclamaciones andaluzas fue la violencia, el asesinato, el ajusticiamiento y la imposición y sometimiento a los intereses de la oligarquía española. Los cantonalistas andaluces comprendieron que la única manera de conseguir la soberanía de los cantones y que esta soberanía estuviera al servicio de la clase trabajadora, era la independencia del Estado español. Y para ello constituyeron milicias, acuñaron moneda y se prepararon para el enfrentamiento con el Estado. La derrota militar privó a Andalucía del avance hacia un “socialismo andaluz” y de una experiencia revolucionaria. El cantonalismo andaluz fue un hecho histórico que recorrió toda Andalucía durante el S. XIX y que enfrentó, no solo en el plano político, también en el militar, a Andalucía con España, cuando Andalucía intentó librarse del centralismo español y organizarse en “Cantones”, es decir, en instituciones territoriales soberanas, autogobernadas por sus ciudadanos mediante una democracia directa y la Federación cantonal. Cada uno de los cantones proclamados tenía soberanía sobre su territorio, excepto por la cesión de parte de su soberanía a la Federación Cantonal (unión libre de los cantones independientes), como el ejército o la representación exterior. La realidad del movimiento cantonal fue muy distinta de la que trata de contarnos la historia oficial: En 1873 se instaura la I República Española. Andalucía ve una oportunidad de descentralización y mayor autonomía para las administraciones propias, y la posibilidad de una organización territorial basada en las nuevas ideas que llegaban de Europa: el Manifiesto Comunista, las ideas de Proudhom y Bakunin, y algunos de los textos de Pi i Margall, fueron un referente para el republicanismo andaluz que avanzaba hacia una ruptura con la sociedad capitalista española y sus gobiernos centralistas. La propuesta del Presidente de la I República, el federalista Pí i Margall, de un Federalismo “de abajo a arriba” no se llevó a cabo por las concesiones a los partidos de derecha y los Federales andaluces se consideraron engañados, argumentando que las medidas adoptadas por el gobierno, coartaban la libertad y los derechos que inicialmente promulgaban. Estas desavenencias entre los Federalistas españoles que gobernaban en la I República española y los Federalistas andaluces, los llamados “intransigentes”, motivaron el surgimiento de la Revolución Cantonal y la dimisión de Pí i Margall. La Revolución Cantonal en Andalucía. El año 1873 fue el año del cantonalismo andaluz, donde la casi totalidad de las ciudades importantes de Andalucía declaran sus cantones: En junio, se alza la bandera roja de la revolución cantonal en Córdoba, con el apoyo de milicias malagueñas y declara su independencia. El día 23 el general Ripoll al mando de una unidad del ejército español, somete la ciudad, partiendo los sublevados hacia Sevilla. El 30 de junio, los Federales andaluces de Sevilla toman el ayuntamiento con la ayuda de milicianos de Málaga y Córdoba. Declaran la República Social y fundan la Junta Republicana Democrática Federal. El 2 de julio, el ejército español de la I República sofoca la rebelión y arresta a los cabecillas de la Junta Republicana. La toma de Sevilla por el ejército español no se desarrolló de forma pacífica. La resistencia de las milicias andaluzas provocaron más de 300 muertes en el ejército español, no constando las bajas andaluzas por la orden del mando español de que no se hiciera. Debieron de ser muchos lo muertos andaluces para dar la orden de que no fueran contados. Posiblemente, el heroísmo andaluz junto con la represión posterior y los ajusticiamientos de los sublevados, motivaron la censura informativa del ejército español. A pesar de la brutal represión y de los numerosos muertos causados por el enfrentamiento al ejército de España, los sevillanos vuelven a levantarse nuevamente, y el 18 de julio la ciudad de Sevilla se declara como Cantón Federal Libre e Independiente. Cádiz y Córdoba declaran sus Cantones el día 19; Granada y Almería el 20, Huelva el 21. Algeciras, Andújar, Bailén, Écija, Jerez de la Frontera, Loja, Motril, Sanlucar, Tarifa, Utrera, Málaga, etc. Casi la totalidad de los municipios andaluces izaron la bandera roja de la Revolución Social. Incluso llegaron a acuñar moneda propia, el Duro Cantonal, que pasaría a ser la moneda oficial de todos los cantones andaluces. El 21 de julio se reúnen en Despeñaperros (frontera geográfica de Andalucía con España) representantes de todas las fuerzas políticas y cantonales, declarando la soberanía popular y nacional de todos los cantones, así como la independencia política y económica del Estado andaluz: “En Despeñaperros, histórico e inexpugnable baluarte de la libertad, se enarboló ayer, por las fuerzas federales que mandan los que suscriben, la bandera de independencia del Estado Andaluz. Terminemos, pues, nuestra obra. Completemos la regeneración social y política de esta tierra clásica de la libertad y de la independencia. (…) Formemos nuestro ejército federal, constituyamos nuestros Cantones, elijamos nuestra Asamblea (…) No reconozcamos otra autoridad que la de nuestros Cantones. (…) todos tenemos el mismo pensamiento, tengamos todos el mismo corazón. ¡Salvémonos o muramos juntos! ¡Viva la Soberanía administrativa y económica del Estado de Andalucía!” Lo que en principio fue un levantamiento para exigir al gobierno de la I República la constitución de un Estado Federal “de abajo a arriba” como prometió Pí i Margall, se convirtió en un movimiento que comprendió que solo con la Independencia de Andalucía se podría conseguir una soberanía popular, política y económica, y que para ello se tendría que constituir un “Estado andaluz” que defendiera a la Revolución cantonal de ataques externos. De este modo, constituyeron un ejército con voluntarios de todas las comarcas andaluzas, aunque esto no fue suficiente ante un ejército mucho más numeroso, mejor armado y profesionalizado como el español de la I República. Tras la proclamación en Despeñaperros de la Independencia del Estado andaluz, el Presidente de la I República española, el “andaluz” Nicolás Salmerón, ordena al general Pavía la represión a los Federales andaluces, partiendo hacia Sevilla con un ejército de miles de soldados, artillería y caballería. Sevilla cae el 28 de julio. A continuación caen Jerez de la Frontera y San Fernando. Cádiz fue tomada por la fuerza al no querer negociar la rendición el general Pavía. No se pretendía la rendición, sino la aniquilación. El 12 de agosto es tomada Granada. El 19 de septiembre caería Málaga, el último Cantón Independiente de Andalucía. La negativa del “genocida” Pavía a aceptar la rendición de los cantones y someterlos por la fuerza, demuestra la intención de venganza y de someter al pueblo andaluz a un duro castigo para ahogar sus ansias de libertad. El ejército de Pavía, al igual que Ripoll en Sevilla, no consintió que se contaran los muertos andaluces. Si así se hubiera hecho, probablemente hoy estaríamos hablando de “genocidio”. Fermín Salvoechea y el Cantón de Cádiz. Si el cantonalismo andaluz y la Revolución Social que este llevaba en sus principios programáticos, tuviera una imagen, un icono, ese sería sin duda el gaditano Fermín Salvoechea, alcalde, federal, comunista libertario y revolucionario. Su activismo político comienza a una edad muy temprana, en el motín de sargentos de artillería del cuartel San Gil en junio de 1866, que culminó con el triunfo de la Revolución del 18 de septiembre de 1868 y destronó a la reina Isabel II. El 5 de diciembre de 1868 promovió una insurreccion republicana en Cádiz. Cuando la sublevación es sofocada, Salvoechea, como uno de los cabecillas de la misma, es detenido y condenado en un Consejo de Guerra a 30 años de prisión. A pesar de su situación penitenciaria y judicial, el Comité Republicano de Cádiz lo incluye en su candidatura a Diputado a Cortes, obteniendo el acta de Diputado a Cortes Constituyentes por Cádiz, no pudiendo recoger dicha acta por continuar en prisión hasta que una amnistía le otorgó la libertad. Al salir de prisión, fue expatriado a Francia hasta que la amnistía de 1871 le permitió regresar a Cádiz. En Marzo de 1873 fue elegido alcalde de Cádiz por el Partido Federal. En Febrero se había proclamado la I República española. En su mandato al frente de la alcaldía se tomaron medidas encaminadas a la transformación revolucionaria de la ciudad: -Se prohibió la enseñanza religiosa y se instituyó una enseñanza laica. -Secularizó el cementerio. -Derruyó viejos conventos convirtiéndolos en plazas. -Transformó edificios en centros culturales. -Armó una milicia municipal. El 19 de julio se proclama el Cantón Independiente de Cádiz, constituyendo un “Comité de Salud Pública” presidido por Salvoechea y con la participación de republicanos y obreros. Entre las medidas que adoptó el “Comité de Salud Pùblica”, podemos destacar: -Supresión de impuestos. -Desestanco del tabaco. -Incautación de edificios religiosos. -Separación Iglesia-Estado. -Abolición de las quintas, es decir, que el ayuntamiento de Cádiz no participaría en el reclutamiento de jóvenes para el ejército español. -Formación de un ejército de voluntarios al servicio del Cantón Independiente. Como Presidente del “Comité de Salud Pública” atacó a las tropas de la marina en San Fernando y Carraca, junto a 600 artilleros y tres batallones de voluntarios. El ataque fue repelido por la marina española que tuvo que esperar la llegada de las tropas del general Pavía para sofocar drásticamente la insurrección cantonal. La represión fue brutal: socialistas, comunistas, anarquistas y liberales fueron fusilados sumariamente, enviados en batallones de castigo a la guerra de Cuba o encarcelados. Salvoechea fue condenado a la pena capital que sería conmutada por cadena perpetua y más tarde por deportación. El mayor poder militar del ejército español provocó la derrota de los ejércitos de voluntarios que defendieron la Andalucía cantonal. Muy superiores en número, en equipamiento y en armamento, así como en preparación militar, solo la fuerza de las armas pudo derrotar al cantonalismo andaluz. Tras la derrota militar de Salvoechea y el Cantón de Cádiz, el 3 de agosto se crea una “Junta Provisional” con las personalidades más conservadoras de la ciudad. Al día siguiente fue arriada la bandera roja de la Revolución Social. En 1880 cuando Salvochea se encontraba en el penal de Chafarinas coincidió con un millar de deportados cubanos con los que tuvo una actitud solidaria y de compañerismo, al ser ambos, Salvochea y los cubanos, objeto de la represión del Estado español cuando intentaban liberar a sus pueblos de las cadenas de aquel Imperio en decadencia. Cuba lo conseguiría años más tarde y Andalucía aún continúa sometida. El cubano Emilio Bacardí relata el encuentro de esta manera: “...nuestros compatriotas deportados encontraron en Salvochea al más gallardo paladín de la libertad de los pueblos” . Interesado en los procesos revolucionarios de emancipación de los pueblos, llegó a dominar el Inglés, el francés y el árabe. Cuenta Bacardí que estando exiliado en París, leyó en la prensa española que él voluntariamente iría a Cuba a combatir a los insurrectos cubanos, a lo que lleno de indignación respondió: “Jamás combatiré en Cuba a los que sacrifican para obtener la libertad heroica que merecen, de ir a aquella preciosa antilla, sería para combatir junto a las filas libertadoras” . En 1883 también fue procesado, acusado de “terrorismo dinamitero” en el sumario contra la organización anarquista “La Mano Negra”, siendo absuelto. 18 años estuvo en varios penales españoles: Chafarinas, Peñón de la Gomera, Ceuta, hasta que en Enero de 1882 fue indultado. Sin embargo, no aceptó el indulto, por no reconocer autoridad ni legitimidad a los firmantes. Unos meses después se fugó del penal, instalándose en París para posteriormente viajar por ciudades tanto europeas como africanas. En 1894 se funda en EE.UU. Un club del Partido Revolucionario Cubano que llevaba el nombre de Fermín Salvoechea. Y al respecto, José Martí escribió: “Vivió de héroe o de preso. Hoy mandaba en el municipio y a culatazos le defendía de los quintos que se cebaban en los abogados de su libertad; y mañana estaba en la cárcel, esperando la sentencia de muerte, y enseñando a los cubanos negros a leer. Era rico y vivió para los pobres” . Como hemos visto, Salvoechea era un andaluz consciente, un revolucionario que luchó por la libertad, la soberanía y la Independencia de Andalucía como medio para conseguir la Revolución Social y el final de la opresión. Su lucha fue contra la burguesía, contra el capitalismo y contra España, siendo solidario con las luchas por la liberación de todos los pueblos.
Por Miguel Cano 13 de julio de 2025
Introducción Bajo las secuelas de una digna huelga obrera traicionada, la de los trabajadores y trabajadoras del metal de Cádiz, un sector de la clase obrera andaluza queremos traer a colación la figura de Fermín Salvochea. Símbolo insigne de la lucha histórica del pueblo trabajador andaluz por nuestra liberación de la explotación capitalista. Indagar en las respuestas que nuestro pueblo ha ido dando a los problemas que venimos sufriendo las trabajadoras y los trabajadores desde el nacimiento del sistema capitalista hasta nuestros días, es fundamental para proseguir la lucha de liberación, tantas veces vencida, tantas veces traicionada, hasta la conquista de la verdadera igualdad social mediante la independencia económica de nuestro pueblo. Y tanto la proclamación del Cantón de Cádiz como sus antecedentes y la presidencia de Salvochea sucedieron en unos momentos de la lucha de clases, tanto a nivel internacional o global como en los adentros del Estado español, similares a los actuales de crisis generalizada del propio sistema capitalista y de los regímenes que se disputaban la gestión del mismo. En aquellos momentos: el absolutismo y el liberalismo. Movimiento este, el liberal, que pudo al fin derrotar al absolutismo por la participación activa de los elementos más conscientes de la clase obrera que militaba en sus filas desde sus orígenes, agrupados en los sectores más intransigentes. Los sectores que no se conformaban con los nuevos regímenes representativos sino que aspiraban a la conquista de la verdadera democracia o poder del pueblo. Hoy, los antagonistas del régimen, su derecha y su izquierda, podrían denominarse conservadores y socialdemócratas o reformistas. Y hoy también, como ayer con los liberales, las fuerzas obreras que se proponen luchar contra las injusticias del capitalismo, en su amplia mayoría, lo hacen bajo consignas socialdemócratas. Y hoy, como ayer, nos vemos traicionados por quienes dicen compartir nuestra lucha de mejora de las condiciones de vida y trabajo para, una vez elegidos como representantes, malvender nuestros derechos a cambio de prebendas para sus organizaciones y para sus personas. Con esta serie de artículos queremos contribuir a este homenaje. Este primero a modo de introducción y justificación junto al retrato de la situación de la lucha de clases en esos momentos para su comparativa con la situación presente. Una segunda parte que versará sobre las características de la revolución cantonalista en Andalucía. Y una tercera y última en la que destacaremos las aportaciones que la revolución cantonalista y figuras como la de Fermín Salvochea aportaron al andalucismo revolucionario encabezado por Blas Infante y las propuestas que podemos extraer para las luchas del presente. La lucha de clases en la segunda mitad del siglo XIX Lucha económica El mundo que se iniciara a principios del siglo XVII, en el que agonizaba el Imperio Hispánico, y a sus expensas, dará a luz un nuevo mundo en el que la clase burguesa dominante inglesa mediante el Estado británico logrará situarse en el centro del sistema capitalista mundial. Todos los países capitalistas serán deudores financieros de Londres y a sus puertos llegarán materias primas producidas por mano de obra esclavizada de todos los rincones del planeta, convertido en un inmenso mercado mundial, protegido manu militari y gestionado por la alta burguesía inglesa. Pero pronto surgirán competidores a ocupar tan alta plaza en la cadena imperialista mundial. A mediados del siglo XIX ya existen en Prusia y en los EEUU una gran burguesía industrial e inmensos contingentes de mano de obra que desarrollarán el capitalismo industrial a nuevas cotas de acumulación de capital gracias al desarrollo industrial basado en el petróleo, la electricidad y la química para la producción de nuevos tejidos y abonos, impensable con los medios que ofrecía el primer salto de la gran burguesía al campo de la industria basado en el carbón y el vapor. Llega el momento de la caída de la tasa de ganancia para la producción y comercialización de mercancías en Inglaterra y de un crecimiento económico desorbitado para las nuevas potencias que, en el proceso, han ido ampliando considerablemente sus fronteras interiores y su influencia en los Estados vecinos. Una nueva era para una nueva producción de artículos para las masas trabajadoras y con nuevas fuentes de energía mucho más rentables, que darán un plus a la acumulación capitalista en estos nuevos Estados con los que ya, la gran burguesía británica no podrá competir en lo que se viene llamando II Revolución industrial. Frente a estas luchas ínter-burguesas se producen las del proletariado industrial, recién nacido como sujeto histórico durante la primera revolución industrial y que en la Europa industrializada y en los EEUU destacará entre las demás clases y sectores sociales que desde la Edad Media luchaban por la justicia e igualdad social. La lucha por la mejora de sus condiciones de vida y trabajo evolucionará a lo largo de siglo XIX. A partir de la primera revolución industrial serán luchas espontáneas, defensivas y desorganizadas, bajo unas durísimas condiciones de trabajo y de represión violenta por los poderes de los Estados capitalistas. A partir de la segunda revolución industrial, el movimiento obrero estará más estructurado, politizado e ideologizado. Lucha ideológica Gestionar el nuevo mundo que surgió con la conquista europea de América requería una nueva interpretación del mundo, de las relaciones humanas, de sus creencias... Los valores religiosos-medievales, aún presentes en los momentos iniciales del nuevo sistema histórico, no dejaban de ser más que impedimentos para el desarrollo del capitalismo en su loca carrera por mercantilizar todo. Se necesitaba un Estado que representara al Capital, a la acumulación capitalista. El pensamiento liberal representará y ensalzará los valores individuales del propietario-varón-blanco-cristiano-europeo. Propone limitar los poderes del Estado en cuanto éstos limiten la acumulación de capital pero manteniendo, mejorando y modernizando sus aparatos represivos contra los pueblos y la clase obrera. Y reivindica como forma de gobierno la democracia representativa. De hecho, toda la primera mitad del siglo XIX estuvo protagonizada por sucesivas oleadas de revoluciones liberales en diferentes momentos y países que, aunque fracasaran, fueron abriendo el camino al triunfo definitivo del liberalismo en esta segunda mitad de siglo. Mientras que todas las colonias europeas en América que fueron adquiriendo la independencia lo hicieron bajo banderas liberales. En esos momentos, las luchas políticas del movimiento obrero fueron acogidas por las luchas de la burguesía liberal contra el “Antiguo Régimen” por la coincidencia en gran parte de las reivindicaciones y por tener un supuesto enemigo común. Pero durante la segunda revolución industrial, en los Estados industrializados europeos ya reinaba el régimen político liberal. El enemigo común estaba derrotado, algunas reformas democráticas realizadas y la clase obrera traicionada. A pesar de haber aportado su sangre en las revoluciones liberales, ni sus condiciones de trabajo ni de vida fueron mejoradas. Y eso, mientras que las clases dominantes, detentadoras de las patentes de las nuevas tecnologías, acumulaban capital como nunca antes en la historia lo hicieran las clases dominantes. Lucha política Los EEUU concluirán la conquista del Oeste, exterminando a unos pueblos y sometiendo a otros, mientras que la corrupción política es la moneda de cambio. Gobierna quien es votado por el pueblo, pero siempre que lo haga al servicio de las grandes fortunas que los financian. Son los denominados Años Dorados en los EEUU que concluirán con la “Doctrina Monroe”, aquella de América para los americanos. Ya que una vez conquistado el Oeste, unido al fuerte crecimiento económico y dado que capital que no crece constantemente, muere, el objetivo pasaba a ser el de arrebatar a Londres el puesto de metrópolis de las ex-colonias iberoamericanas. En Europa aparece Prusia como potencia emergente a la que la clase dominante francesa declarará la guerra en lo que será el último intento de colocar al Estado francés al frente de la cadena imperialista mundial, pero que terminará en fracaso con la victoria prusiana que tras lograr la unificación alemana se constituye en el Imperio Alemán. Será en estos momentos cuando el movimiento obrero se independice de sus anteriores “aliados”. En 1863 se constituye la Asociación Internacional de Trabajadores, en 1871 los primeros gobiernos con mayoritaria participación de la clase obrera como en la Comuna de París y en las comunas de gran parte de los municipios del Estado francés y en 1873 la revolución cantonal en Andalucia y parte sur del Levante español. Es en este siglo cuando se produce una primera oleada feminista en Inglaterra, EEUU y ciertos lugares de iberoamérica exigiendo derechos en el matrimonio y al sufragio. En Nueva York (1848) se realiza la primera convención sobre los derechos de la mujer. En la cosmovisión liberal, es decir, en la cosmovisión del propietario, varón, blanco y cristiano, ni tenían cabida los no propietarios ni las mujeres ni las “razas inferiores” a la blanca europea, o sea, todas las demás “razas”. Las comunidades que no se sometían a las reglas capitalistas eran extinguidas mediante el oportuno genocidio y las que se se sometían eran relegadas a los puestos más precarios de las cadenas de producción. O estableciendo la segregación racial en el caso de convivir en los mismos espacios como en los EEUU a finales del siglo XIX Efectos en el Estado español Lo descrito hasta aquí no es más que una síntesis resumida del ambiente en el que se desenvolvió la lucha de clases en durante la segunda mitad del siglo XIX, durante la II Revolución Industrial en Europa y los EEUU pero que en el Estado español tendrá su peculiar desarrollo. De de ser el centro geográfico del primer Sistema Moderno durante el siglo XVI, ahora, a mediados del siglo XIX, es una potencia intermedia, en la que su clase dominante a pasado de ser dueña del mundo “civilizado” a convertirse en fiel, y bien pagado, gestor de los intereses de los capitales foráneos. Momentos en los que perderá sus últimas colonias de ultramar aunque ya no será Londres sino Nueva York la metrópolis de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las islas de Guam. Antes de esto, Andalucía fue la fuente de todas las revoluciones liberales y la de sus alas más “intransigentes” o de mayoría campesina y jornalera. Mientras que el norte de la península se defendía el absolutismo monárquico y, con ello, los fueros de sus municipios y los antiguos derechos de campesinos y de los gremios, Andalucía participa en la vanguardia de la revolución liberal que derrotará definitivamente a los absolutistas y encabezará las luchas de los sectores obreros y campesinos. Una vez conquistadas la democracia (burguesa) en la revolución de 1868 y en la República (federal) de 1873, estalla la Revolución Cantonal, una vez comprobado que los liberales federales en el gobierno de la república no atienden las reivindicaciones obreras y populares. La Andalucía libertaria recibirá de sus anteriores “aliados” contra el “enemigo común”, la más severa de las represiones sangrientas, seguido de la más severa dictadura posible y de la I Restauración borbónica. Conclusiones Todas las tenencias seculares que se inician y desarrollan durante la segunda mitad del siglo XIX concluirán a mediados del siglo XX tras la victoria bolchevique en Rusia y la finalización de la II Guerra Mundial, con EEUU ocupando el antiguo puesto de gendarme mundial del sistema capitalista ocupado hasta entonces por la clase dominante inglesa a través del Estado británico. Pero hoy, en la primera mitad del sigo XXI, nuevamente está puesto en cuestión el papel de gendarme mundial por los EEUU. Papel que se obstina en seguir representando aunque para ello conduzca al mundo al abismo de una guerra mundial atómica, pero condenado por la historia a pasar a un segundo orden como antes lo hiciera Inglaterra. La revolución industrial actual está capitaneada por China y la acumulación de capital crece como nunca antes en la historia frente a la del mundo Occidental al borde en los últimos años de la recesión económica, embarrados en guerras que están condenados a perder y padeciendo una crisis generalizada en todos los terrenos. En Occidente, el acopio de capital por las clases dominantes se realiza mediante el robo sistemático de las Arcas Públicas mediante la privatización de los servicios públicos, realizada por gobiernos de izquierda y derecha, y mediante la sobre explotación de la clase obrera, legalizada tanto por gobiernos de derechas como de izquierdas. Pero aún así, no son capaces de ganar en productividad y competitividad al gigante chino. Aunque a diferencia de entonces, ahora ya no compiten burgueses de uno y otro Estado capitalista. Ahora la lucha la hacen las clases dominantes burguesas de Occidente contra la clase obrera china, organizada en su partido comunista y rigiendo los destinos del Estado chino junto al campesinado y junto a los pueblos y naciones que comprende el actual Estado del República Popular de China. La única esperanza para las clases explotadoras occidentales es que los pueblos y clases explotadas por ellas, continúen dirigidos por organizaciones e ideologías que cumplan las funciones que en su tiempo hizo el liberalismo y actualmente la socialdemocracia, la de ofrecerse como gestores y representantes de los trabajadores para, una vez en el poder o con poder, malvender por treinta monedas de plata los derechos de las clases trabajadoras. Las consignas que reivindican la unidad de todos frente a enemigos comunes o las de primero se reforma lo urgente y más tarde lo importante, sin que las fuerzas proletarias conscientes y organizadas, y por lo tanto anti capitalistas, estén en la dirección de los mismos, son consignas que favorecen a la reacción y debilitan a las fuerzas revolucionarias. La consigna de América para los americanos podría pasar hoy en día por una consigna anti imperialista, ya que reivindicaba la derrota del principal enemigo de los pueblos y de la clase obrera que por entonces era Inglaterra. Hoy, la mayoría absoluta de la oposición anticapitalista se considera, por encima de todo, anti imperialista, dando cabida en el frente a toda oposición al imperialismo euro-estadunidense, aunque sean fuerzas políticas e incluso Estado capitalistas en los que la oposición obrera esté descabezada, desvertebrada y atomizada por la acción represiva de esas mismas fuerzas y Estados “anti-imperialistas”. Las consignas de unidad de la izquierda frente a la ultra-derecha cumplen la misma función. Todos los intentos revolucionarios, en Andalucía en 1873 con al revolución cantonal y en 1931 con el Andalucísmo revolucionario de Blas Infante, terminarán en represión, dictadura y restauración, precisamente por haber aupado con la lucha obrera a representantes anti obreros. En el primer caso a los liberales, en el segundo al Frene Popular. Y hoy, todos aquellos y aquellas que defienden la legalidad vigente, la del actual “régimen de 1978” para el que cuenta con condenas más duras para los piquetes de la huelga del metal de Cádiz que para los asesinos de guardias civiles. Salvochea vive, como viven todos los que le precedieron y sucedieron en la lucha por la justicia social. Y vive porque siempre quedan rescoldos de las viejas luchas que se pueden convertir en brasas en el presente para que en el futuro próximo el capitalismo muera convertido en cenizas y la humanidad podamos construir una sociedad en libertad y desde la felicidad por la Vida. Siempre quedará en esos rescoldos la dignidad obrera que alumbra la siguiente lucha hasta la victoria definitiva.
Por secretaría federal colegiada 9 de junio de 2025
Tras más de un año de acción sindical de la afiliación el Sindicato Unitario en Córdoba, el pasado domingo 8 de junio han celebrado su primer congreso. Ha sido un año de luchas de un valiente grupo de la juventud trabajadora andaluza, sometidos a una fuerte represión en sus centros de trabajo. Solo el intento de constituir secciones sindicales o la de promover reuniones con la empresa para resolver los incumplimientos de derechos laborales han sido motivos para acabar despedidos. Pero no solo. Uno de los empresarios, en representación de la casta empresarial andaluza más casposa, también ha presentado cerca de una decena de querellas contra el Sindicato Unitario de Andalucía, contra los promotores del Sindicato Unitario de Córdoba y contra Nación Andaluza y sus representantes en Córdoba, al ser el único partido político que ha participado en la lucha en defensa de los derechos de los compañeros despedidos. La celebración de este primer congreso cordobés ha sido la respuesta. Como plantean en sus ponencias: la acción sindical no es una técnica, es una posición política. El Sindicato Unitario de Córdoba apuesta por una acción sindical que despierte la conciencia de clase, que organice desde abajo y que construya poder obrero real. Sobre estos mimbres, una Secretaría General Colegiada joven y rebelde se ha puesto al frente de los retos que la lucha de clases presenta en Córdoba con Mirian como secretaria de representación, Cristian como secretario de organización y Pedro como secretario de acción sindicato. Ustedes y toda la afiliación cordobesa tenéis a vuestra disposición toda la experiencia de lucha de más de medio siglo en la defensa de los intereses de la clase obrera andaluza. A continuación transcribimos la intervención de la camarada Mirian como miembro de la Secrearía General Colegiada y, por lo tanto, en representación de todo el Sindicato Unitario de Córdoba: Compañeras y compañeros, desde hoy tomamos el relevo con muchas ganas y con las ideas claras. En los próximos años, nuestro sindicato va a estar donde tiene que estar: en los tajos, en los barrios, en las huelgas, en los piquetes... Vamos a organizarnos desde abajo, con la gente, con los problemas reales. Este nuevo equipo no viene a inventar nada, sino a dar continuidad al trabajo que ya se ha hecho, aprendiendo de sus aciertos y de sus errores. Nuestros propósitos son claros: intentar organizar a la clase obrera de la Provincia de Córdoba en un sindicato combativo y de clase; reforzar la implantación del sindicato en todos los tajos, centros de trabajo y sectores estratégicos de la Provincia; impulsar la formación entre nuestros afiliados para crear cuadros obreros; consolidar una estructura combativa, con secciones sindicales fuertes y conectadas entre sí; mantener una linea de independencia frente a las instituciones, partidos y sindicalismo del régimen; y seguir construyendo alianzas con el resto de movimientos populares y sindicatos de clase, sin renunciar a nuestros principios de liberación del pueblo trabajador andaluz como pueblo y como clase. Venimos a organizar, no a gestionar. A movilizar, no a calmar. A construir poder obrero y popular desde los tajos, los barrios y las luchas. No va a ser fácil, la represión, el desgaste y las dificultades materiales son reales. Pero también lo es nuestra convicción. El Sindicato Unitario de Córdoba tiene futuro, porque es necesario, porque es una herramienta viva de clase y sin miedo. Por eso, frente al derrotismo, respondemos con organización obrera, frente a la represión, solidaridad y apoyo mutuo y frente al capitalismo respondemos con lucha obrera. ¡Viva Andalucía libre! Camaradas cordobeses, recibid todo el apoyo y el cariño de todo el Sindicato Unitario de Andalucia. Secretaría Federal Colegiada
Por secretaría federal colegiada 29 de abril de 2025
A petición de la Federación General de Sindicatos de Gaza, el Sindicato Unitario de Andalucía se suma al llamamiento Internacional para que el día 1 de Mayo, los sindicatos de clase expresen su solidaridad y apoyo al pueblo palestino y presionen a sus gobiernos para que el fin del genocidio sionista, europeo y estadoudinense sobre la población palestina se produzca lo antes posible. Desde el Sindicato Unitario de Andalucía, siempre hemos apoyado al pueblo palestino y a todos los pueblos del mundo que luchan por su liberación del imperialismo y el capitalismo occidental, y no solo desde que empezó el actual genocidio israelí el 7 de octubre, sino desde que se fundó este sindicato sobre la base de la defensa de la clase obrera y sobre la solidaridad internacionalista con todos los pueblos del mundo y sus organizaciones de resistencia. Los trabajadores andaluces no somos ajenos a lo que está pasando en Palestina: somos parte del conflicto aunque no nos llegue aún la destrucción que está padeciendo Palestina: la situación de precariedad de la clase trabajadora andaluza, tanto la autóctona como la inmigrante es motivada por la falta de soberanía económica y política, y por la imposibilidad de conseguirla sin la derrota del colonialismo occidental en Palestina, Líbano, Siria, Ucrania, y en todos los puntos de conflicto presente y futuros. La utilización de nuestro territorio para suministrar armamento a la entidad sionista de Israel y a las bases norteamericanas en todo Oriente Medio, así como las bases norteamericanas y españolas en territorio andaluz, nos meten en una guerra que de producirse una escalada puede tener consecuencias de gravedad para toda la clase trabajadora andaluza, con la destrucción del tejido productivo, del medio ambiente y la pérdida de innumerables vidas. Por estos motivos, la lucha del pueblo palestino es nuestra lucha, somos parte del conflicto y como tal debemos actuar: expresando nuestra solidaridad, apoyando la causa palestina y a sus organizaciones de resistencia y luchando contra el imperialismo y capitalismo hegemónico, causa de todas las guerras y agresiones a los pueblos que no aceptan la imposiciones. Si estás de acuerdo con nuestros argumentos, te esperamos el próximo 1 de mayo en la manifestación que el SINDICATO UNITARIO DE ANDALUCÍA convoca en la ciudad de Huelva,en la plaza del antiguo estadio Colombino, en la Avenida Alcalde Federico Molina Orta, a las 12 h. Llamamiento de la Federación General de Sindicatos de Gaza a los sindicatos de los Estados Unidos y del mundo en vísperas del Día Internacional de los Trabajadore s A los sindicatos libres de los Estados Unidos de América y del mundo, y a todos los trabajadores y sindicalistas libres que luchan por la justicia, la libertad y la dignidad humana, Les saludamos en vísperas del Día Internacional de los Trabajadores, un día que encarna la unidad y la solidaridad de los trabajadores para hacer frente a la opresión y la explotación. Elevamos la voz de los trabajadores de Gaza, que hoy están a la vanguardia de la lucha contra las formas más atroces de genocidio, asedio y hambruna, impuestas a nuestro pueblo durante décadas y que continúan hasta el día de hoy con el apoyo directo de la administración estadounidense bajo Donald Trump, y las administraciones anteriores, en flagrante violación de todas las leyes humanitarias e internacionales. Estimados miembros de los sindicatos estadounidenses y mundiales: Durante más de 16 meses, Gaza ha sido objeto de un ataque brutal que ha resultado en el martirio de decenas de miles de civiles inocentes, incluidos miles de trabajadores, junto con la destrucción sistemática de infraestructura, hogares, hospitales, escuelas y fábricas. La ocupación ha despojado a Gaza de todos los medios de vida, sin librar a ningún sector productivo o de servicios de la devastación sistemática, lo que ha llevado al colapso de la atención médica, los servicios públicos, la educación y la economía. Millones de palestinos se encuentran ahora desplazados, sin alimentos, agua, refugio, electricidad ni medicinas. El genocidio se encuentra en una peligrosa escalada. La ocupación continúa su política de hambruna colectiva cerrando los cruces e impidiendo la entrada de ayuda humanitaria, poniendo a nuestro pueblo en riesgo de hambruna masiva mientras la comunidad internacional sigue impotente, silenciosa o incluso cómplice de este crimen de lesa humanidad. Estas políticas no tienen como único objetivo subyugar a nuestro pueblo, sino que forman parte de un régimen colonial de asentamientos destinado a borrar por completo la existencia palestina. Queridos camaradas: Los trabajadores de Gaza se encuentran entre los más afectados por esta catástrofe. La vida económica se ha detenido por completo, los lugares de trabajo han sido destruidos y decenas de miles de personas se han visto obligadas a permanecer en el desempleo, sin que existan redes de seguridad social. Hoy en día, los trabajadores y sus familias viven en condiciones inhumanas, privados de sus derechos más básicos, luchando por sobrevivir, ya sea por hambre o bajo bombardeos. Esta guerra no habría sido posible sin el apoyo ilimitado de Estados Unidos a la ocupación, ya sea a través de fondos militares, respaldo político y diplomático o acuerdos de armas que matan a nuestros niños, mujeres y ancianos todos los días. El gobierno de Estados Unidos bajo Trump ha continuado lo que el gobierno anterior comenzó, convirtiéndose en cómplice directo del genocidio, ignorando las voces de millones de personas dentro y fuera de Estados Unidos, y de una abrumadora mayoría de la nación, que rechazan esta brutal agresión. Por lo tanto, hacemos un llamado a ustedes, los sindicatos estadounidenses, para que traduzcan su solidaridad en acciones efectivas que vayan más allá de las declaraciones y discursos y creen una presión real para detener esta guerra sucia. Basheer Al-Sisi, Secretaría General de la Federación General de Sindicatos Palestinos-Ciudad de Gaza
Por Secretaría Geeral Colegiada 2 de febrero de 2025
Reducción de la jornada laboral, sin reducción de salario. De entrada suena bien y parece una propuesta del interés de los trabajadores y trabajadoras, un avance en la conquista de nuestros derechos. ¿Es realmente así? Hay que tener en cuenta los antecedentes inmediatos del gobierno “progresista” que prometía en campaña electoral y, luego firmaban en su acuerdo de gobierno, la derogación de la reforma laboral y la derogación de la ley mordaza. Ambas promesas incumplidas, en particular, la derogación de la reforma laboral, que quedó en una reforma de la reforma laboral de Rajoy, presentada por este gobierno “progresista” y aprobada por el parlamento gracias al “error” en la votación de uno de los diputados de la oposición del PP. Reforma laboral del gobierno “progresista” que ha acabado mejorando la anterior del gobierno del PP todavía más a favor de los intereses empresariales. como ya explicamos en un artículo de análisis en su momento (https://www.sindicatounitario.net/prometieron-dorogar-la-reforma-laboral-del-pp-pero-la-han-mejorado). Tengamos también en cuenta también los antecedentes históricos de reducciones de jornada laboral, conseguidas por la clase obrera gracias a su lucha. A principios del siglo XX, la jornada de trabajo era de 12 horas al día y 6 días a la semana, sólo se descansaba los domingos. Esto culminó con la promulgación de la Ley de Jornada de Trabajo el 3 de abril 1919, que estableció la reducción a 8 horas diarias de la jornada laboral, conquista que se consiguió tras una larga lucha obrera con una huelga que comenzó el 5 de febrero de 1919, con una duración de 40 días en la empresa la Canadiense y que consiguió una casi paralización de la industria catalana. La huelga concluyó con éxito consiguiendo además otras reivindicaciones. La letra pequeña de aquella conquista contenía mejoras salariales, readmisión de obreros despedidos y la liberación de miles de detenidos. Con la dictadura franquista la duración del trabajo llegaba a alcanzar las 60 horas semanales, aunque esta cifra se redujo posteriormente a 48 horas. Aquella conquista obrera contrasta hoy con lo que parece un derecho “regalado” por el gobierno. Por ello, nos podemos planear si los derechos laborales se conquistan con la lucha obrera o también pueden ser cedidos sin una lucha previa por gobiernos “progresistas” de turno. Y si los derechos se conquistan con lucha obrera ¿dónde está el truco de este aparente regalo de un nuevo derecho? No sería la primera vez que se reduce la jornada laboral sin lucha ni victimas obreras previas. El primer gobierno del PSOE en democracia, con Felipe González de presidente, redujo la jornada laboral desde las vigentes 42 en jornada completa y 43 en jornada partida, a 40 horas semanales. Sin embargo, “la letra pequeña” del decreto del gobierno permitió a la Patronal ganar en los tribunales la distribución irregular del horario, dentro de la jornada laboral anual, hasta un 10 % del total. Lo que daba al empresariado el poder de ampliar o reducir unilateralmente, según sus necesidades productivas, la jornada laboral de 40 horas semanales. La gota que colmaba el vaso para los sindicatos fueron las instrucciones del gobierno sobre la aplicación del decreto de reducción de la jornada laboral que además la retrasaban en el tiempo y que supusieron enfrentamientos entre PSOE y UGT. Algo similar ocurre ahora, el actual PSOE que ha pretendido que la implantación de la medida acordada de reducción de la jornada laboral no sea inmediata sino que abre un proceso en el que se alarga el plazo en su aplicación.En la época anterior del gobierno González, en el PSOE estaban, los denominados por la prensa, guerristas y los renovadoresl Las alas izquierda y derecha respectivamente Ahora tenemos el PSOE por una parte y Sumar por otra, pero el guión de la obra sigue siendo similar. Cada uno atendiendo a un “nicho de mercado” electoral. Uno hace el papel de izquierda responsable que concilia intereses del sector empresarial y de los trabajadores y otro se presenta como garante de los intereses de los trabajadores y que para ello obliga a girar hacia la izquierda al gobierno, siendo este el marco de la pelea en esta materia entre el ministerio de trabajo de Sumar y el de economía del PSOE. El reciente acuerdo firmado por la ministra de trabajo Yolanda Díaz, en nombre del gobierno, y los sindicatos (CCOO y UGT) para reducción de jornada laboral, dice que: La duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo será de treinta y siete horas y media semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual . Es decir, lo que se reduce es el tiempo de trabajo computado anualmente a una jornada laboral promedio anual de 37,5 horas. Que no es lo mismo que reducir, sin más, la jornada laboral a 37,5 horas semanales. El propio cartel de propaganda de CCOO y UGT sobre el tema, y con la que convocan manifestaciones en contra de la oposición parlamentaria de la derecha contra la reducción de jornala pactada por el gobierno, emplea el lema “Por la reducción del tiempo de trabajo”. No reivindican la reducción de la jornada de trabajo ¿Por qué no emplean el término correcto? ¿se equivocan sin más o lo hacen intencionadamente? El tiempo de trabajo es simplemente todo el tiempo que el empleado está a disposición del empleador y ejerce su actividad laboral. Es independiente de cómo se distribuya. El tiempo total de trabajo se divide en jornadas de trabajo semanal o diaria y esta última se divide en horas. La jurisprudencia en el Estado español establece que es legal trabajar un máximo de unas 1800 o 1826 horas al año, lo que se traduce en una jornada laboral promedio en cómputo anual de 40 horas semanales. Así, que en realidad, CCOO y UGT sólo han pedido y firmado la reducción del número total de horas anuales, no han pedido ni firmado reducir la jornada laboral semanal o diaria. Tan sólo que al reducir las horas trabajadas anualmente resulta una jornada laboral semanal promedio reducida de 40 a 37,5 horas. Pero la jornada laboral semanal y diaria de todas y cada una de las semanas y días del año no se van a reducir. Esta reducción del tiempo de trabajo anual puede ser el fundamento para una nuevas exigencias de la Patronal como pueden ser el aumento de los ritmos de trabajo, del poder de control sobre los trabajadores o de una ampliación de la distribución irregular de la jornada de trabajo a realizar por parte del empresariado, gracias a que se amplíe el límite legal vigente actualmente en el Estatuto de los Tabajadores del 10 % de la jornada laboral anual. Se trataría de hacer legal y general lo que ya en la práctica ocurre en muchas empresas, donde tienen distribución irregular de una buena parte o la totalidad de su jornada laboral anual como las trabajadoras de las cooperativas agrícolas andaluzas o las de ayuda a domicilio, por ejemplo. Así el empresariado podrá ampliar más todavía su poder sobre nuestra vida, decidiendo unilateralmente y sin acuerdo previo sobre mayor cantidad de tiempo de la jornada laboral, convocándonos a trabajar cuando le interesa según las necesidades de la producción y organización empresarial. Incluso avisando el mismo día o cuando estas de vacaciones o al contrario mandándonos a casa en jornada laboral prevista, cuando hubiese menos trabajo, quedando el trabajador a deber las horas no trabajadas ese día, para hacerlas otro rebasando así la jornada límite de 40 horas semanales y además sin computar ni pagarlas como horas extras. Ahorrando de esta manera costes y haciendo más rentable su empresa a costa de nuestra calidad de vida, de nuestra vida familiar, ocio, necesidades y de nuestra libertad en la organización de nuestro tiempo, tratándonos todavía más como piezas del engranaje de su maquinaria productiva. Por otra parte, el promedio siempre implica la necesidad de un control exhaustivo de las horas anuales trabajadas para calcular efectivamente si se ha respetado el límite promedio máximo de jornada laboral. Con lo cual la práctica de rebasar ampliamente el límite tanto antes con las 40 horas semanales como ahora con las 37,5 horas semanales de jornada laboral es legal, y no se puede determinar si hay ilegalidad hasta posteriori, pasado un año y hechas las cuentas, con lo cual está servida la base para que las empresas ni siquiera respeten y cumplan la legalidad del promedio de jornada laboral en computo anual. De manera que si tu empresa no respetaba las 40 horas, seguirá teniendo condiciones para no respetar las 37,5 horas. Sin embargo, si lo reivindicado, pactado y firmado hubiera sido una jornada laboral de 37,5 horas semanales, cualquier trabajador o trabajadora podría comprobar de manera sencilla, objetiva e inmediata al finalizar su jornada laboral diaria o semanal, si está habiendo una ilegalidad por parte de la empresa o no. Tampoco en el acuerdo actual sobre reducción de la jornada de trabajo hay ninguna referencia a la Inspección de Trabajo y respecto a las sanciones a las empresas por incumplimiento de la legislación laboral, en particular lo relativo al tiempo de trabajo, abuso de horas extraordinarias ilegales y no pagadas, superación de la jornada máxima legal de trabajo, etc. Las cantidades de las sanciones son relativamente exiguas y van de los 1.000 a 10.000 euros como máximo, totalmente asumibles para los márgenes de beneficios de las medianas y grandes empresas. Por comparar la cuantía de sanciones, en el Código de Tráfico y Seguridad Vial, por un aparcamiento ilegal o pisar una línea continua la multa son 200 euros, que para un trabajador o trabajadora que cobre el salario medio en España que es de unos 1320 euros mensuales, representa el 15 % de su salario mensual. Sin embargo, a una empresa por incumplir la legislación laboral, en el improbable caso de una Inspección de Trabajo y que esta concluya con sanción, las sanciones contempladas en el acuerdo no son un porcentaje sobre beneficios de la empresa del orden del 15 % como si es para cualquier trabajador una sanción mínima por incumplir el código de circulación. También merece especial mención el registro de jornada por medios digitales para el control del tiempo de trabajo, incluido también en el acuerdo y justificado para “impedir la proliferación de horas extraordinarias ilegales e impagadas”. Así, es el propio empresariado el que gestionará y controlara el registro de jornada digital ¿Lo va a emplear para impedir el abuso de horas extraordinarias y otros abusos sobre el tiempo de trabajo que él mismo lleva a cabo? ¿O más bien lo empleará como una especie de manijero o capataz digital para reforzar su poder y control sobre sus trabajadores y trabajadoras y controlarles al segundo el tiempo que trabajan? Ya tenemos ejemplos de prácticas en empresas que descuentan como tiempo de trabajo incluso tiempo de ir al servicio o de descanso para bocadillo. Y ya tenemos a la Patronal desbocada pidiendo, ante la inminente aprobación de la medida en el parlamento, que se apruebe en la tramitación de la medida un nuevo motivo de despido disciplinario, a saber, no rellenar el registro de jornada por un o una trabajador/a. Aumentando así la presión, estrés de los trabajadores/as que simplemente por un olvido puntual de un día en hacer el registro de jornada se ven verían abocados a la pérdida de su puesto de trabajo. Finalmente una reflexión. Subyace en la propuesta de la reducción de la jornada laboral, la idea que con el avance científico y tecnológico de los medios productivos y el consecuente incremento de la productividad derivada de los mismos se abre un horizonte de reducción progresiva de la jornada laboral. Claro, por negociación y acuerdos de gobiernos “progresistas” y sindicatos “responsables” para, con todo ello, conquistar derechos laborales y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras, sin necesidad de organización y lucha obrera. Sin embargo, una de las formas en que la casta empresarial en el sistema capitalista tiene de acumular capital, de aumentar sus beneficios, ante las crisis y la caída de la tasa de ganancia, es extender el tiempo de trabajo, prolongar y no reducir la jornada laboral. Así como también intensificar los ritmos de trabajo para aumentar la explotación de la clase obrera, aumentar la extracción de plusvalía y con ello aumentar los beneficios. De manera que es una quimera, pensar que bajo el capitalismo, aunque el desarrollo científico y tecnológico lo permitiera, se podrá reducir el tiempo de trabajo de manera significativa para tener una vida en libertad y con tiempo y capacidad para desarrollar todas las potencialidades de cada trabajador trabajadora como ser humano. Además, cuando la clase empresarial acepta una reducción hasta cierto punto del tiempo de trabajo, suele incluir un aumento de los ritmos de trabajo, una distribución más irregular de la jornada y otras ventajas más para acabar ganando productividad y beneficios, como vemos en la evolución histórica de estas reducciones. Marx, en el manifiesto inaugural de la I Asociación Internacional de los trabajadores en 1864 hablaba de la lucha por la limitación de la jornada de trabajo, haciendo referencia a la conquista de las 10 horas diarias por ley tras 30 años de lucha por la clase obrera inglesa como una victoria. Decía que dicha conquista “decidía sobre la gran disputa entre la dominación ciega ejercida por las leyes de la oferta y la demanda, contenido de la economía política burguesa y la producción social controlada por la previsión social, contenido de la economía política de la clase obrera”. Marx, también decía en su obra Salario, precio y ganancia , que la clase obrera debemos inscribir en nuestras banderas la consigna de la abolición del trabajo asalariado. De esta manera, sólo cuando superemos el trabajo asalariado, podremos reducir significativamente la jornada de trabajo al tiempo que producir y distribuir los bienes y servicios necesarios para la Vida nuestras sociedades. En el referido manifiesto, Marx reflexionaba sobre el trabajo cooperativo como alternativa al trabajo asalariado: nos referimos al movimiento cooperativo y, sobre todo, a las fábricas cooperativas creadas, sin apoyo alguno, por la iniciativa de algunos audaces... han mostrado con hechos, no con simples argumentos, que la producción en gran escala y al nivel de las exigencias de la ciencia moderna, puede prescindir de la clase de los patronos... y han mostrado, por fin, que lo mismo que el trabajo esclavo, lo mismo que el trabajo siervo, el trabajo asalariado no es sino una forma transitoria inferior, destinada a desaparecer ante el trabajo asociado. Pero también afirmaba los requisitos del trabajo cooperativo para que realmente fuera liberador para la clase obrera, debía ser impulsado y promovido a nivel nacional por los poderes de la nación: para emancipar a las masas trabajadoras, la cooperación debe alcanzar un desarrollo nacional y, por consecuencia, ser fomentada por medios nacionales”. Marx concluía sus reflexiones sobre la lucha por la limitación de la jornada laboral y el trabajo asociado cooperativo diciendo que: la conquista del poder político ha venido a ser, por lo tanto, el gran deber de la clase obrera” En definitiva, sólo cuando desde el Poder acabemos con el trabajo asalariado, y las relaciones que fundamenta de explotación y caracterizado por la alienación, ajenidad, dependencia y subordinación, y cuando lo sustituyamos por otras relaciones de producción, por un trabajo asociado, cooperativo donde, los trabajadores y trabajadoras tengamos el control democrático de la organización y gestión del trabajo, la decisión sobre la producción y sobre los excedentes, la planificación de la economía, etc. tanto a nivel de empresa, sector y nación, mediante el Poder del Estado en manos de la clase obrera para establecer este trabajo cooperativo nacional, entonces podremos reducir el tiempo de trabajo significativamente para poder desarrollarnos como seres humanos plenos y libres al tiempo que compatibilizarlo con satisfacer globalmente las necesidades de toda la sociedad, de toda la comunidad donde está inmersa esa clase obrera. Un poder político de esa naturaleza, necesario para establecer un nuevo tipo de trabajo, el trabajo asociado cooperativo, necesitará de una constitución social que tenga precisamente ese objetivo de acabar con el trabajo asalariado.Tal propuesta constitucional ya existe en nuestra historia, la constitución Andaluza de 1883, cuyo objetivo declarado es la independencia económica de todos, conseguir la verdadera justicia social. La Constitución Andaluza fue redactada por los republicanos federales andaluces en 1883 con un fuerte componente obrero y liberador. Así, establece como miembros del poder legislativo nacional a representantes obreros, “diputados profesionales o de clase” con iguales derechos que los diputados representantes de la población, y todos elegidos por sufragio universal, libre, directo… Y plantea que el trabajo asociado, con disposiciones como la del cultivo y colonización de los bienes raíces de la región y su explotación industrial por parte de las referidas sociedades obreras, como arrendatarias preferidas del Estado. Que una constitución y un poder político de tal naturaleza lleguen a establecerse, depende de la organización y lucha de la clase obrera. Una pequeña parte de la clase obrera andaluza y del pueblo trabajador andaluz organizados en el Sindicato Unitario de Andalucía seguimos reivindicando y luchando por una constitución como la Andaluza de 1883 como herramienta liberadora acertada y justa para nuestro pueblo y nuestra clase.
Por Joan Batle 7 de enero de 2025
El año 2023 después de una larga batalla judicial el Tribunal Supremo dictó una sentencia en la que condenaba a Hacienda a devolver las cantidades cotizadas de más a las antiguas mutualidades entre los años 1967 y 1978. No afecta a todos los pensionistas sino a ramas de actividad como comercio, banca, siderurgia , construcción, etc. que trabajaban en esos años. Se calcula que hayamos de unos 4 millones de PENSIONISTAS en el estado y algo más de 500.000 en Andalucía. Pero, como siempre, en los estados capitalistas cuando hablamos de la clase trabajadora tiene truco. Se decidió un criterio que fue el siguiente: rebajar cada año a partir de 2023 una cantidad que corresponde a un porcentaje del bruto de la pensión, según el número de años que cada pensionista cotizo en ese intervalo de años. La sentencia dictaminó que afectaría solamente a los pensionistas que estuvieran cobrando una pensión de jubilación o de incapacidad. No tienen derecho a devolución alguna los que perciben una pensión de viudedad u orfandad de un antiguo mutualista. Por otra parte, las personas pensionistas de jubilación fallecidas antes de 2019, sus herederos no tienen derecho a nada. Sólo tienen derecho a reclamar los años no prescritos, los herederos de los pensionistas de jubilación e invalidez fallecidos entre los años 2019 y 2023, años no prescritos cuando se dictó sentencia. A partir de 2023 de forma automática y de manera vitalicia se restará directamente a los impuestos que corresponde pagar lo que a cada pensionista le corresponde en la declaración de renta. Y ahí surge una primera cuestión y es que los miles de pensionistas que no están obligados a hacer la declaración de renta se ven obligados a hacerla para recuperar el dinero pagado, sería un mal menor pero que es un problema para los cada vez mas pensionistas que viven solos y para los cuales cualquier trámite administrativo es un mundo. Pero donde hay un problema grave es en la recuperación para los pensionistas de jubilación e incapacidad. Cuando se produjo la sentencia hubo peticiones individuales. Y, para facilitar las cosas, Hacienda habilitó un formulario en marzo de 2024 para recuperar los 4 años no prescritos. Se comprometía a abonarlo 6 meses después de tramitar el formulario. Pues bien, en pleno mes de Diciembre saca una ley en el Parlamento el actual gobierno en la que por ley determina que lo de 2019 se recuperará en 2025, lo de 2020 en el 26, lo del 21 en el 27 y lo del 22 en el 28. Se anula el anterior formulario y cada año, coincidiendo con el período de la renta, se cumplimentara un nuevo formulario. Ante esta arbitrariedad y para evitar a nuestros mayores dolores de cabeza, como sindicato exigimos y luchamos para: Que se produzca la devolución en este año 2025 a los que han tramitado el formulario Volver a colgar el formulario para que aquellas personas que no lo hayan cumplimentado lo hagan antes de 31 de diciembre de 2025. Que todo ello se informe mediante una campaña de anuncios en medios de comunicación. Y finalmente que se haga una campaña para que todas las pensionistas de las antiguas mutualidades hagan la declaración de renta para recuperar lo pagado de mas . Joan Batle
Por Secertaría Federal Colegiada 10 de diciembre de 2024
Para el Sindicato Unitario de Andalucía, la caída de la república árabe siria y la implantación de un califato al frente del nuevo estado sirio, nos provoca la siguiente reflexión. 1. Terroristas al frente del nuevo Estado sirio como una más de las consecuencias de la guerra global que Estados Unidos mantiene contra China. Sin saber aún a cambio de qué, Rusia e Irán han entregado el Estado sirio a los EEUU. Y éstos, a su vez, han subcontratado para la gestión del mismo a las mismas fuerzas terroristas que venían financiando, convertidas y reconvertidas en fuerzas rebeldes de liberación. El repliegue de la hegemonía norteamericana en el mundo está dejando un sangriento reguero de muerte y destrucción en todo el planeta. En nuestro Mediterráneo: Yugoslavia, Iraq, Libia, Palestina. Desde la derrota norteamericana en Vietnam, los EEUU no ha podido ganar una guerra salvo en Granada y Panamá, dos Estados sin ejército. De Somalia salieron con el rabo entre las piernas y desde entonces han tenido que pactar alianzas militares con otras potencias para ejecutar sus crímenes de guerra contra la humanidad. La crisis generalizada que atraviesa nuestro occidente obliga a este repliegue norteamericano que se manifiesta en Siria con el uso el método afgano: se van como gendarmes absolutos, entregando la gestión del Estado resultante a los terroristas de los que se valían hasta hora como fuerzas mercenarias fuera de la ley. Al ponerlos al frente de esos nuevos Estados se ahorran el gasto de su mantenimiento y los cubre de un halo de legitimidad, aunque quedan obligados a compartir estos botines de guerra con quienes dejan como guardianes subcontratados en el Mediterráneo: Marruecos, Egipto, Israel y Turquía. La victoria electoral de Trump representa el cansancio y el agotamiento de la clase dominante norteamericana de ejercer de gendarme mundial y se prepara para la nueva correlación de fuerzas en el mundo, reforzando la lucha comercial y productiva contra China en detrimento de un cada vez más insostenible gasto militar. Incluso podría darse la circunstancia de abandonar la Otan en caso de que sus socios no compartan los gastos en mayor medida. 2. Recentralización y Estados policiales. La ultraderecha cristiana en Occidente y la ulraderecha musulmana en Oriente son las fuerzas políticas que se imponen en esta última (y ¿final?) crisis del liberalismo. Un régimen capitalista, el liberal, que fue sustituyendo al Absolutismo Monárquico e impuesto como referente político, económico e ideológico por las principales potencias euro norteamericanas y encarnado por partidos socialdemócratas en Europa y por los partidos que resultaron victoriosos en la "descolonización" de los años 60 del pasado siglo con el apoyo en uno y otro caso de los partidos comunistas. El ataque despiadado, la persecución y encarcelamiento de militantes comunistas rebeldes al colaboracionismo con el capitalismo, han dejado el campo despejado para, una vez fracasados los experimentos socialdemócratas, la protesta social abrazce a las alternativas ultras derechistas y fundamentalistas que aparecen como los hongos tras una planificada artimaña de las élites en el poder. Protesta alimentada por cada retroceso en las condiciones de vida y trabajo de la inmensa mayoría de los pueblos, artificialmente desmemoriados. Experimentos socialdemócratas tras los cuales los ricos se han hecho más ricos y los pobres más pobres. El que estas fuerzas consigan el máximo de apoyo popular es condición indispensable para que los Estados renueven y mejoren las normas para una mayor concentración de capital y, por lo tanto, una mayor explotación laboral contra la clase obrera y una mayor explotación de los recursos de los pueblos colonizados. Proceso aparentemente imparable sin la oposición de fuerzas revolucionarias proletarias organizadas y conscientes en la lucha de clases. 3. La lucha EEUU-China no es la lucha entre explotadores y explotados. Muchos veían la acción anti imperialista de Rusia y China como sustituta de la organización y lucha revolucionaria de nuestros pueblos, sometidos por el imperialismo euro-norteamericano. Pero el fin del mundo unipolar, del eurocentrismo, del dólar como referente para el comercio global, del papel de Gendarme Mundial de los EEUU... no significa la victoria frente al capitalismo. Esta sólo vendrá de la mano de la revolución que venga a imponer como interés general los intereses históricos y actuales de la clase obrera y los de los pueblos sometidos y colonizados por el imperialismo. Salud Andalucía10 de diciembre de 2024 Secretaria Federal Colegiada
Por Secretaría Federal Colegiada 4 de diciembre de 2024
Tras unos largos años en los que la celebración del 4 de diciembre quedó en el olvido, tan sólo reivindicado insistentemente por Nación Andaluza, ha ido tomando fuerza como día reivindicativo por casi la totalidad de personas y fuerzas políticas, algunos sindicatos, tanto españolas como andaluzas, tanto de derechas como de izquierdas. Posiblemente como uno de los efectos de la crisis sistémica en la que cada vez más gente deja de creer en que las Instituciones públicas puedan resolver o mejorar nuestras condiciones de vida y de trabajo. Así, tras el intento (fallido) de dejar caer en el olvido la fecha del 4 de diciembre de 1977, fecha pre-constitucional, declarando festivo el 28 de febrero en conmemoración de la celebración del referéndum de iniciativa para la vía del proceso autonómico del año 1980, fecha plenamente integrada en el orden constitucional de la oligarquía española, y tras la crisis iniciada y no concluida en 2008, el 15M (2011), la supuesta ruptura del tradicional bipartidismo, el referéndum por la autodeterminación en Cataluña, el ascenso y caída sucesivas de nuevos partidos y la actual política de guerra en la que el propio Estado español y la inmensa totalidad de las fuerzas parlamentarias y de los interlocutores válidos sociales y sindicales se definen y actúan como cómplices del nazismo en Ucrania o del genocidio Palestino por parte del Ente sionista israelí, han ido alimentando y nutriendo la reivindicación del 4D como acto rebelde del pueblo andaluz contra el régimen establecido por el vigente orden constitucional del Estado español. Pero cuando el pueblo comienza a replantearse el cómo son gobernados, el sistema responde de inmediato para reconducir la rebeldía hacia el orden constitucional. Así, en 2016, el coordinador general por entonces de Izquierda Unida Andalucía Antonio Maíllo planteaba que las reivindicaciones del 4D, Día Nacional de Andalucía “son la base programática para construir una alternativa para gobernar Andalucía”, pues según señaló “hay germen para construir una opción alternativa porque el pueblo andaluz no puede resignarse a que la alternancia del PSOE sea el Partido Popular”. Una alternativa electoralera que el propio Maillo consideraba que debían encabezar IU y Podemos. Aunque tras la caída en desgracia electoral de Podemos y de arrastrar con ellos a IU, estas mismas fuerzas y otras nuevas que crecen para sustituirlas, comienzan a proclamar la soberanía para Andalucía en un nuevo intento de reconducir el descontento del pueblo por la senda de la constitución de la oligarquía española, del Régimen monárquico español del 78. Pero claro, por una cara reivindican soberanía para Andalucía y por la otra se ofrecen como interlocutores del poder, pues lo que reclaman en realidad es una soberanía amputada, una falsa soberanía, mostrándose por ello ante las élites del poder como candidatos a ser interlocutores válidos, legales, constitucionales, del pueblo. Pues cuando se plantea, como lo hace el portavoz del grupo mixto en el parlamento andaluz de Adelante Andalucía José Ignacio García Sánchez, que soberanía es “capacidad para decidir sobre nuestros servicios públicos, sobre nuestros derechos laborales y sobre nuestro futuro” para terminar apostillando “sin nostalgia”, se está prostituyendo el concepto real de soberanía que no es otro que todo el poder . Y en nuestro caso, tal como plantea nuestra sagrada constitución andaluza de 1883, todo el poder para el pueblo andaluz. Nuestra constitución andaluza, la gran olvidada en la celebración del día nacional de Andalucía salvo para la aún minoría que persistimos en el camino revolucionario como única alternativa para remediar los dolores de nuestro pueblo. Claro que dejar en el olvido a nuestra constitución lleva aparejado dejar en el olvido el andalucismo revolucionario de Blas Infante para quien en 1931 no hacía falta hacer ningún Estatuto de Autonomía para Andalucía porque Andalucía ya tenía una constitución, la constitución andaluza de 1883, que para quienes persistimos en que la liberación de Andalucía no puede tramitarse dentro de las reglas de juego de los poderes del Estado español y constituye la piedra angular que une las luchas de liberación andaluza desde la conquista euro-castellana con las luchas de liberación nacional y de clase obrera actuales. Y no podía ser de otra forma. Las formaciones electoraleras tiene que borrar de la memoria histórica de nuestro pueblo a quien pensaba que estas formaciones no son más que “histriones de la política” cuyo fin no es otro que el de ofrecer a sus respectivos públicos “el espectáculo de sus farsas miserables y ridículas” Y para quien “los nuevos partidos que pretenden surgir elevándose un grado sobre el nivel de los que mueren, pero alentando, esencialmente, un mismo espíritu, son partidos que fracasan”. Borrar de la memoria a quien entregó su vida por la causa de una Andalucía libre en la seguridad que su legado revolucionario fuera encontrado y enarbolado en las siguientes generaciones. Y por supuesto, borrar de la memoria histórica sus propuestas de tareas revolucionarias, del camino andaluz de liberación que no podría ser otro que la aspiración a ser regido por el alma comunista del pueblo trabajador andaluz. Todas estas contradicciones han estado presentes y en lucha este 4 de diciembre de 2024. Este año coincidían, el pasado 1 de diciembre, el lugar y hora de finalización de dos manifestaciones en Málaga en conmemoración del 4 de Diciembre de 1977. Por regla general, las subdelegaciones del gobierno del Estado español cuando coinciden actos reivindicativos en las calles como concentraciones, manifestaciones… obliga a los convocantes a modificar horarios y/o itinerarios para, según justifican, garantizar el orden y la seguridad de las personas y para proteger la realización de los derechos garantizados por las leyes españolas y andaluzas. En esta ocasión no cumplió con sus funciones. No mandó rectificar ni horarios ni itinerarios y las fuerzas convocantes de ambos actos coincidimos en el tiempo y en el espacio. Dos mensajes, dos objetivos, dos caminos de lucha distintos, antagónicos, compartiendo el momento final de ambos actos reivindicativos. Con respecto a la Plataforma 4D, alguna que otra fuerza de las más de la treintena de organizaciones que la forman se separaron de dicha convocatoria. Seguro que por no manchar la celebración del día nacional de Andalucía con un enfrentamiento buscado por el representante del Estado español en Málaga en la figura de su Subdelegado de gobierno entre fuerzas andalucistas. Pero su inmensa mayoría, que por sus banderas pudimos visualizar a Adelante Andalucía (AA), Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) y el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), entre otras fuerzas aún más minoritarias, entraron en el juego. Al llegar al final de recorrido las organizaciones que forman la Plataforma 4D se encontraron con el final del acto de las fuerzas soberanistas, independentistas y comunistas. La furgoneta que portaba altavoces tipo coches de choque de las ferias, la aparcaron encima de nuestras cabezas y continuaron su acto sin más. Intentado ahogar los gritos revolucionarios con cánticos socialdemócratas y españolistas. El que suscribe el presente escrito, yo mismamente, Miguel Cano, representante del Sindicato Unitario de Andalucía, me dirigí al secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores, al volante de la furgoneta de feria, Oscar Reina, para solicitarle que esperaran los cinco o diez minutos que nos faltaban para terminar nuestro acto. Pero su respuesta fue que él no era el responsable y que no podía hacer nada. Quienes reclaman unidad del andalucismo mediante coordinadoras, plataformas, juntas... o como se quieran llamar, a engendros electoraleros viejos o nuevos, dentro del régimen del 78 y el sistema capitalista, nunca podrán exterminar el Ideal Andaluz que la clase obrera andaluza, organizada y consciente, mantiene en sus espíritus como ideal de lucha por la Andalucía soberana y comunista que proclamó Blas Infante en su momento y que nosotros continuamos defendiendo en el presente como alternativa a la Andalucía colonia del imperialismo, como alternativa a la Andalucía como botín de guerra, de la que adueñarse de nuestros jugos vitales y como alternativa a la Andalucía como plataforma de sus guerras imperialistas. Por una Andalucía libre y liberada por sí misma, hermana de todos los pueblos que luchan por su libertad y de toda la humanidad misma: Viva el 4D. Viva la constitución andaluza. Viva Blas Infante. Y viva la independencia del pueblo trabajador andaluz. Salud Andalucía, 4 de dicembre de 2024
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